El token es una medida de seguridad bancaria que fuerza a la utilización de los smartphones para el manejo de fondos
Los bancos lo suelen anunciar como una “medida de autenticación” pero aclaran poco sobre la función de este artilugio y generan más desconcierto que certezas entre los usuarios, más aun si no se trata de un millenial ducho en las artes de las nuevas tecnologías. Lo cierto es que el token es una medida de seguridad que linkea nuestro smartphone con nuestra cuenta bancaria, generando un código efímero que se nos pedirá en el home banking cada vez que queramos hacer algún movimiento importante de fondos, como por ejemplo una transferencia a otra cuenta o un plazo fijo interbancario.
El token de seguridad está reemplazando paulatinamente a la tarjeta de coordenadas, la cual fuera hasta hace poco tiempo el factor de autenticación más usado por los bancos con el fin de añadir medidas de seguridad por encima de la clave bancaria y el dni.
Entonces… ¿qué es el token?
El token de seguridad es básicamente un apartado de la aplicación móvil de los bancos en la cual se genera códigos de seguridad de 6 dígitos que cambian, por lo general, cada 30 segundos. Al hacer alguna operación que requiera esta autenticación, el usuario debe ingresar a este apartado de su app y copiar el código que en ese momento esté vigente, antes de que éste cambie.
El funcionamiento del token, una vez que está activado, es relativamente sencillo y eficiente. El problema mayor reside sin dudas a la hora de la activación y la sincronización con nuestro teléfono celular. Para lograrlo hay que obtener uno o dos códigos en el cajero automático (en el submenú “generación de claves”) que servirán únicamente para activar la función en la app. O sea, es un código para activar el generador de códigos, que es el token. Sin dudas chino básico para una persona que no esté muy ducha en la lógica de funcionamiento de los dispositivos y las cuentas personales de todo tipo.
Una vez que se obtiene el código del cajero, basta con ingresar a la opción “token” en la aplicación del banco (la cual tiene que estar obviamente instalada en el teléfono) y buscar el botón para activar y sincronizar. Desde allí, el token queda definitivamente activado y linkeado a nuestra aplicación del teléfono, a la cual recurriremos cada vez que alguna operación lo requiera en busca de nuestro código “efímero” para utilizarlo antes de que pasen los 30 segundos de gracia.
Resumiendo, el token resulta ser una medida de autenticación sobradamente segura, a tal punto que en muchos casos resulta infranqueable inclusive para el propio usuario, quien ademas debe contar sí o sí con un smartphone para utilizarlo y algo de expertiz en el manejo de celulares, usuarios y claves. Generaciones sub 1960 abstenerse.
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